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Mostrando entradas de marzo, 2025

DOÑA MARIQUITA

Terracita de la cafetería. Media mañana. Un calor de no te menees que te quemas. Del cielo caía una canícula luminiscente que abrasaba a todo hijo de vecino que asomara las narices a la calle. Uno de esos días que me pude permitir el «lujo» de costearme una cervecita bien fría. En ocasiones, sentirse agasajado por los tentáculos mágicos del placentero sosiego del refrigerio milenario de una cerveza trae a la mesa el picoteo del placer de vivir. Aquello siempre llevaba el insistente efecto secundario de mi abstinencia, que arañaba en lo más profundo y excitaba el deseo infame de fumarme un cigarrillo. «Es lo único que resta para que este momento sea perfecto», me susurraba el jirón desprendido en mi conciencia.  Apareció ella, casi parecía deslizarse desde calle Cárcer hasta sentarse tres mesas más allá, a mi derecha; la cadencia rítmica de sus pies se detuvo como colofón a una conclusa y exitosa sinfonía. Era una chica de aspecto caucásico, de acentuado aire nórdico y melena de pel...

DESAHUCIO EXPRÉSS

Al entrar en el autobús, se creyó dueño del tiempo. Tomó asiento, como siempre, con el deseo de regresar a casa cuanto antes. Durante el trayecto, navegó por los mares de las redes sociales con la cápsula atemporal de su teléfono. Transcurrieron apenas unos segundos en su cabeza, que en realidad fueron casi veinte minutos. Al mirar por el cristal, se alertó de que llegaba su destino. Así que presionó el botón solicitando parada para bajar y llegar a su hora. Ya de regreso a la parada del bus que lo devolvería a su origen, navegaba sin descanso desperdiciando su tiempo mientras caminaba, crédulo de su omnisciencia, creyéndose propietario de esa morada. La cosa le costó cara: los minutos perdidos desahucian a su propietario y pertenecen a quien los encuentra. Escapó el último bus con los minutos malgastados acomodados en sus asientos en busca de propietario.  © Daniel Moscugat, 2025. Todos los derechos reservados.

LO IMPORTANTE NO ES LA LIBERTAD

Está de moda el negacionismo y la censura cultural habida cuenta de los últimos movimientos de la administración Trump,  del continuo goteo de obras, cine y literatura que resulte contraria a un ideario o ideologia. Sin embargo, la contradicción viene cuando, de repente, se oyen atravesar las paredes palabras como «las reglas cercenan la libertad» o «a este paso prohibirán la libertad». Más curioso aún, estas palabras viene siempre de quienes denostan de la anarquía y todo lo que huela a ella: contradicción pura. El negacionismo institucional, esta sarta de memeces sin fronteras que es capaz de liderar una causa similar a la quema de libros del tercer Reich, llegó incluso a los dominios de premios Nobel: «Lo importante en una democracia no es la libertad, sino votar bien». Huelga decir tanto con tan pocas palabras. «En España de cada diez cabezas, nueve embisten y una piensa». Machado no concretaba, solo auguraba lo que somos y seremos siempre, «porque si cada español hablase de lo...

MATRIA

(Inédito). El día que vi su sonrisa fresca de lluvia recién nacida, prometí seguir los pasos de su bandera hasta rebasar la frontera de su matria. El camino me deparó hondonadas de tinielas gorgojeando rumores y desidias, tormenta de grillos que ululaban para silenciar el pábilo de cada pétalo de luz que brotaba de sus labios. No lamenté caminar junto al diablo hasta que logré cruzar el puente; su silencio ceroso balbuceaba barricadas adornadas de concertinas con el único fin de emponzoñar la inocencia de la lluvia neonata que andaba perdida entre madeja y ceniza de mi memoria. Tampoco temí perder el rastro, porque, a pesar de todo, la luz nunca deja de centellear en el horizonte de la comisura de sus labios, donde la frontera no era más que un beso capaz de extinguir la llamarada de cualquier diablo. Desde entonces, los labios son mi matria y una sonrisa mi bandera. © Daniel Moscugat, 2020. Todos los derechos reservados.

LA POESÍA ES UNA DROGA DURA

«Yo soy una mentira que dice la verdad», llegó a confesar Jean Cocteau. Y no dijo esto en sentido literal. En esa línea escribió Pessoa: «El poeta es un fingidor. / Finge tan completamente / que hasta finge que es dolor / el dolor que en verdad siente». Traducido en cristiano: el razonamiento tiene un límite que no trasciende como el devenir de un pensamiento que está hecho de artefactos tan dispersos como las emociones, el intelecto, la lógica, la reflexión... Esa argamasa de la que están hechos los poemas tiene la peculiaridad de trascender más allá de lo que puede hacerlo una idea racional. El pensamiento es lo que nos representa como ser vivo. Y no siempre sucede esto con un poema. Félix Ovejero, autor del magnífico ensayo «El compromiso del creador. Ética de la estética» (Galaxia Gutemberg, 2014), nos ayuda a comprender y dónde situar el verdadero arte contemporáneo. Reflexiona sobre tomar, como punto de partida, la seriedad del creador a la hora de afrontar su trabajo, su relaci...

NUNCA EL TIEMPO ES PERDIDO

El primer regalo que recibí de sus manos fue un magnífico reloj de pulsera, «para que me recuerdes todo el tiempo», me dijo. Con aquel presente, he contado los minutos vividos desde que me dejó para siempre, hasta que conocí a María. Apenas conversamos unos minutos, comprendimos que necesitábamos algo más que palabras. Al cabo de treinta y dos, ya me encontraba en su casa semidesnudo. Hicimos el amor desaforadamente casi hasta el amanecer. Nos despedimos sin más y no pensé en ella hasta que miré la hora. Olvidé el reloj en su mesita de noche.  Hasta aquel día, fui acumulando retrasos en mi vida por prestar atención al tiempo dedicado a mi ex, y ahogaba las penas en uno de esos bares donde te dejan envenenar los recuerdos para que mueran cuanto antes, un antro donde me fustigaba rememorando el pasado. Fue allí donde María surgió de la nada. Todo se detuvo entonces, y la hiel se transformó en miel, en el ron miel que bebimos hasta perder la noción del tiempo. Confieso que carecer de ...

NO SOMOS COMO EL CIERVO

No tenía intención de escribir sobre esto porque me produce cierta urticaria y, además, suele sacar lo peor de cada casa; cada cual se vuelve sectario en cuanto limita su capacidad de aceptación de la realidad, y si sumamos a esto que al ser humano en general le encanta eso de mirar la paja en el ojo ajeno y obviar la secuoya que tiene atravesada, pues obtenemos al adepto perfecto para minimizar cualquier precepto que amenace un determinado modo de proceder o una determinada ideología.  Hay una gran diferencia entre creer y pensar y, por desgracia, está cada vez más en boga la creencia de la fe ciega en los vídeos de Tik Tok que el vecino reaccionario del tercero izquierda publica casi a diario, o en los medios de comunicación que secundan la ideología del que es adepto, desplazando el pensamiento crítico al vacío del desuso. Pues eso, que solo quería comentar un detalle de esos que trascienden más allá de lo obvio. Me entretendré en unos pocos detalles del discurso del Jefe Indio ...

LA METÁFORA DEL CUARTO DE BAÑO

No sé si conocen aquello que Isaac Asimov dijo sobre el efecto cuarto de baño. Habida cuenta de estos últimos movimientos que se producen en el mundo, me lo ha recordado. El divulgador científico, y no menor autor literario de ciencia ficción, planteó un dilema moral. En una entrevista aseveró que, si en una vivienda habita una pareja y poseen dos cuartos de baño, no habría problemas en usarlo cada cual para lo que quisieran. Sería muy sencillo tener la libertad para tenerlo cuando uno quisiese y para lo que estimase oportuno, con total libertad. El problema radica cuando los moradores de la casa se multiplican por cinco o por diez, cada uno con sus necesidades o incluso haciendo mal uso de los mismos para momentos de asueto que nada tienen que ver con necesidades primordiales; o tal vez tomarse más tiempo de la cuenta para usos esenciales... Desde ese mismo instante, se hace más difícil soslayar siquiera la conveniencia de que todos dispongan del mismo tiempo y las mismas oportunidade...